El embalaje de una máquina de coser requiere un cuidado especial para protegerla de daños durante el transporte y el almacenamiento. Primero, se debe limpiar a fondo la máquina para eliminar el polvo, las pelusas y los hilos sueltos. A continuación, se deben desmontar todas las piezas extraíbles, como agujas, bobinas, prensatelas y accesorios, y empaquetarlas por separado en pequeñas cajas o compartimentos etiquetados para evitar pérdidas y daños. La máquina se asegura para evitar que se mueva; esto se puede hacer bloqueando las piezas móviles y envolviéndola con materiales protectores como plástico de burbujas o espuma acolchada. Se tiene especial cuidado en proteger componentes delicados como la zona de la aguja, los guíahilos y los controles electrónicos. Tras el embalaje, la máquina de coser se coloca dentro de una caja de cartón resistente o una caja de madera diseñada a medida, según el tamaño y el valor de la máquina. Se añaden materiales de amortiguación adicionales, como insertos de espuma o bolitas de poliestireno, alrededor de la máquina para absorber golpes y vibraciones. La caja se sella firmemente con cinta adhesiva y se etiquetan en el exterior instrucciones claras de manipulación, como "Frágil" o "Manipular con cuidado". Para envíos a larga distancia, se pueden incluir paquetes absorbentes de humedad para evitar la oxidación o la corrosión. Finalmente, el paquete suele ir flejado o envuelto en plástico retráctil para mayor seguridad. Un embalaje adecuado garantiza que la máquina de coser llegue sana y salva a su destino, manteniendo su funcionalidad y apariencia.