El proceso de limpieza en la manipulación de productos alimentarios y agrícolas suele constar de siete pasos clave para garantizar la eliminación de impurezas y preparar los materiales para su posterior procesamiento. Estos pasos están diseñados para mejorar la calidad, la seguridad y la eficiencia del producto:
PrelimpiezaEste paso inicial elimina impurezas de gran tamaño, como paja, hojas y piedras grandes. Se utilizan máquinas como tamices rotativos o cribas vibratorias para separar los residuos de gran tamaño.
Tamizado o cribado:Los productos pasan a través de mallas o tamices de distintos tamaños para separar impurezas más pequeñas como polvo, grumos de suciedad y granos rotos del producto principal.
AspirandoEl flujo de aire se utiliza para eliminar impurezas ligeras como polvo, cascarilla y cáscaras. Los aspiradores ayudan a mejorar la pureza del producto eliminando los contaminantes ligeros.
Separación magnética:Los imanes se utilizan para extraer partículas metálicas o contaminantes ferrosos que puedan dañar el equipo o comprometer la seguridad del producto.
Despedregamiento:Un equipo especializado separa las piedras y las impurezas pesadas del producto en función de las diferencias de peso y densidad, garantizando así que se eliminen los materiales extraños más pesados.
Separación por gravedad:En este paso se utilizan separadores por gravedad para clasificar los productos por densidad, eliminando impurezas o granos rotos que difieren en peso del producto deseado.
Calificación final:El producto limpio se clasifica por tamaño o calidad para garantizar la uniformidad y cumplir con los estándares de procesamiento o del mercado.
En conjunto, estos siete pasos forman un proceso de limpieza integral que elimina eficazmente los contaminantes físicos y metálicos, garantizando productos de alta calidad, seguros y uniformes, listos para su posterior procesamiento o envasado.
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